El tratamiento HIFU consiste en la aplicación de un haz de ultrasonido de alta
frecuencia y alta energía en la piel, para remodelar su tejido, mediante ablación
térmica. Se emplea fundamentalmente para reducir arrugas, líneas de expresión,
adiposidad localizada y tensar la piel.
Durante la sesión, el ultrasonido deposita su energía de sonido focalizado por debajo de la superficie de la piel, para estimular la creación de nuevo colágeno.
Como resultado, la piel comienza a levantarse y mejora su tonicidad con el tiempo.
Es la opción más efectiva para personas con flacidez en el rostro que desean
eliminarla y obtener una apariencia natural, sin tener que pasar por el quirófano.